La marca liderada por el Chef Abel Hernández reabre su juego con un concepto renovado que combina tradición, innovación y emociones. Monte Everest 630 es ahora el nuevo epicentro de experiencias culinarias en la Ciudad de México.
Eloise no se expande: se transforma. Después de años de consolidarse como uno de los espacios gastronómicos más queridos de la capital, la marca da un salto audaz con la apertura de su segunda casa en Lomas. Bajo el nombre Eloise Reloaded, este nuevo espacio representa mucho más que una sucursal; es la materialización de un sueño que redefine lo que significa comer, beber y conectar.
Al mando de esta evolución está el Chef Abel Hernández, cuya visión ha logrado convertir cada platillo en una experiencia sensorial. En Eloise Lomas, su filosofía —basada en el equilibrio entre técnica, producto y emoción— se refleja en cada rincón, cada aroma y cada bocado.
“No buscamos repetir, sino reinventar. Eloise Lomas es el reflejo de lo que somos y de lo que aspiramos a ser: un espacio que inspire, que conecte y que deje huella”, compartió Hernández durante la inauguración.




Una propuesta que va más allá del menú
Eloise Reloaded no es solo un restaurante; es un espacio diseñado para crear momentos memorables. Con un ambiente vibrante y un servicio que prioriza la calidez, la nueva sede integra diseño, sazón de autor y una barra de primer nivel para ofrecer una experiencia completa.
El concepto busca trascender lo gastronómico: se trata de impactar positivamente en la vida de las personas, ya sea en una cena en familia, una celebración entre amigos o un momento especial en pareja. Cada detalle —desde la presentación de los platillos hasta la selección de música— ha sido cuidadosamente planeado para construir recuerdos.



El futuro ya llegó
Con esta apertura, Eloise confirma que su esencia está más viva que nunca. La combinación de tradición e innovación, sumada a una nueva generación de comensales, posiciona a Eloise Lomas como un destino indispensable en la escena culinaria de la ciudad.
Y es que, en un mundo donde todo cambia, Eloise elige evolucionar sin perder su alma: seguir siendo ese lugar donde las historias se cuentan, los momentos se celebran y la buena cocina se vive con intensidad.