Ubicado en el corazón de Tlaxcala, Tlaxco, Pueblo Mágico, se ha consolidado como uno de los destinos más cautivadores para los amantes de la naturaleza, la cultura y la gastronomía mexicana. Este encantador lugar ofrece una experiencia integral donde cada momento invita a descubrir los sabores, las tradiciones y la magia que lo caracterizan.
Desde la salida de la Ciudad de México, el trayecto organizado por Rehiletes y Turitour está diseñado para conectar a los viajeros con la esencia local. Al llegar a Tlaxco, los visitantes son recibidos por un paisaje pintoresco de calles empedradas, talleres artesanales y aromas que despiertan los sentidos.




El recorrido comienza con una visita a un taller de madera, donde los artesanos locales muestran la destreza y la pasión con la que dan vida a piezas únicas. Más adelante, se exploran espacios emblemáticos como el mercado artesanal, la iglesia principal, el Palacio Municipal, las queserías y las panaderías tradicionales, donde el sabor auténtico de la región cobra protagonismo.
La experiencia culinaria destaca en La Casona de Don Agustín, un restaurante que combina la calidez de Tlaxco con los sabores tradicionales. La cocina local sorprende con sus texturas, ingredientes frescos y ese toque hogareño que permanece en la memoria.




Uno de los momentos más esperados es la visita al Santuario de las Luciérnagas en Nanacamilpa. Al caer la tarde, los visitantes se adentran en un bosque que, al anochecer, se convierte en un escenario místico iluminado por miles de luciérnagas. Este espectáculo natural ofrece una vivencia inigualable que invita a la contemplación, al silencio y al respeto por el entorno.
El santuario promueve un turismo responsable: no se permite el uso de luces, cámaras o celulares durante el avistamiento, con el fin de proteger el hábitat de las luciérnagas y garantizar la conservación de este fenómeno natural.




Además de su riqueza natural, Tlaxco es un ejemplo de hospitalidad. Durante la visita, los guías, conductores, artesanos y prestadores de servicios ofrecen una atención cálida, invitando a los viajeros a disfrutar cada detalle con respeto y conciencia ambiental.
Este tipo de experiencias fortalecen el turismo sustentable, impulsan la economía local y permiten reconectar con la belleza natural de México. Tlaxco no solo es un destino, es un encuentro con la cultura viva y con la magia de los pequeños grandes momentos.