En una velada inolvidable cargada de emociones intensas, solidaridad inquebrantable y el arte como protagonista, la octava subasta a beneficio de Acapulco, organizada por la Galería Óscar Román en colaboración con AMORCC, REINSERTA, y Distrito de Mujeres por el Mundo, se erigió como un faro resplandeciente de esperanza. El pasado martes 28 de noviembre, esta iniciativa extraordinaria capturó los corazones de la sociedad, unificando a todos en un acto de generosidad sin precedentes.
La Galería Óscar Román se convirtió en un epicentro de magia, donde el arte contemporáneo se fusionó de manera espectacular con el espíritu altruista, creando una noche que quedará impresa en la memoria colectiva. Más allá de ser una simple exhibición de obras maestras, la subasta fue un testimonio tangible del poder transformador que se desata cuando la solidaridad se entrelaza con la expresión artística.



Reconocidos artistas contemporáneos, guiados por la benevolencia, donaron generosamente sus creaciones, permitiendo que la subasta recaudara fondos significativos destinados a proyectos de ayuda a corto, mediano y largo plazo. La implementación de albergues, expendios de agua y tortillerías surge como un faro de esperanza para las comunidades afectadas por el devastador huracán Otis en Acapulco.
La lista de padrinos y madrinas de este evento maravilloso resalta nombres como Carlos Rivadeneira, Delia González, Karen Otero, Luis Espinosa, Lupita Tirado, Marinali Mari, Miguel de la Madrid, Paco Ugil, Zara Cuella, Tanya Moss y Lorenzo Ruíz. Estas personalidades destacadas no sólo respaldaron con entusiasmo esta noble causa, sino que se convirtieron en catalizadores de la magia que se desplegó durante la subasta, dando un profundo agradecimiento al CEO de MM AGENCY, Eddie Jaimes, que por él finalmente está el resultado de cada asociación o individuo.

La participación activa de la sociedad, merece un profundo agradecimiento cuya presencia en el evento fue fundamental para el éxito de los proyectos de reconstrucción y transformación de vidas. El arte, esa expresión sublime de la humanidad, se erigió como el catalizador para la realización de pequeños milagros que cambiarán la realidad de las comunidades damnificadas.