En nuestra nueva edición, el multifacético Luis Roberto Guzmán nos abre su corazón y nos cuenta sobre su potente regreso al teatro con Por la punta de la nariz, una comedia afilada que lo devuelve al escenario tras ocho años de pausa.
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Luis Roberto Guzmán: Regresar al escenario con el alma viva
Por la punta de la nariz no solo marca el regreso del actor puertorriqueño Luis Roberto Guzmán al teatro, sino que también representa una catarsis creativa tras ocho años de pausa en las tablas. Con una trayectoria que ha abarcado televisión, cine y recientemente el fenómeno global Cobra Kai, el también conocido como El Pantera se lanza de nuevo al vértigo del escenario con una pasión renovada.
“Siempre es indispensable regresar a la raíz”, confiesa, con esa autenticidad que lo caracteriza. Tras un periodo de silencios creativos que él mismo califica como necesarios, encontró en esta obra una oportunidad perfecta para reconectar con esa fibra íntima que solo el teatro le ofrece. “La motivación vino con la necesidad de sumergirme plenamente en el trabajo creativo y colectivo que nos regala el escenario.”


Por la punta de la nariz lo atrapó desde la primera lectura. “El guión tiene una estructura dramática claramente definida. Los giros inesperados, el ritmo, los diálogos… me volvieron loco”, comenta el actor. La obra, que combina tintes de sátira política con enredos médicos, no solo representa un reto actoral, sino también un juego escénico que Roberto Guzmán disfruta con el hambre de quien regresa a casa.
Volver al teatro, dice, ha sido “un apapacho al corazón”. No solo por el reencuentro con el público en tiempo real, sino también por lo que representa para él como artista: “identificar la vivacidad momentánea del cuerpo mientras cuentas una historia de principio a fin sin interrupciones”.
De héroe urbano a figura internacional
Luis Roberto Guzmán es un actor camaleónico. Ha interpretado a personajes icónicos como El Pantera, ha incursionado en dramas criminales como Narcos: México, y recientemente sorprendió al público global con su participación en Cobra Kai. “Fue una grata experiencia. Puedo decir: mamá, estuve en el mundo de Karate Kid”, dice entre risas. Lo que pocos saben es que ese papel llegó como una elección directa. “No lo vi venir”, admite, aún con asombro.
Y aunque actuar en inglés fue un nuevo desafío, asegura que el lenguaje de la actuación es universal. “Actuar conlleva las mismas herramientas en el territorio que sea. Tanto dentro como fuera del set.”
Su carrera ha sido una combinación de oportunidades que llegan, audiciones ganadas y decisiones valientes. “A veces he hecho hasta lo imposible por estar en un proyecto. Desde llamar personalmente hasta mover cielo, mar y tierra junto con mi manager”, confiesa. Esa hambre creativa se refleja en su versatilidad y en su respeto por cada personaje que ha interpretado: “Todos son mis hijos. Me han regalado experiencias hermosas, dolores de cabeza y aprendizajes únicos.”
Una nueva comedia y un viejo amor por contar historias
En su más reciente proyecto para Disney, New Mamita, Roberto Guzmán se adentra en un registro más ligero y divertido. “La risa es sanadora”, afirma. Trabajar con un equipo creativo argentino le permitió disfrutar de un proceso “lúdico, dinámico y fascinante”.
“No sé si sea una faceta nueva”, dice con humildad. “Solo aprendí a abrir un poco más el abanico de posibilidades.” Y eso mismo aplica para su futuro: el deseo de explorar la escritura, de crear sus propios proyectos, de construir equipos de ensueño que lo acompañen a narrar historias con alma.
¿Su definición actual de éxito? “Antes veía los proyectos con expectativas y resonancias. Ahora solo me enfoco en vivir el proceso del presente. Mientras sea honesto y consecuente conmigo mismo, llegará lo que deseo.”

Una nueva etapa, con la misma pasión
Con el aplomo de quien ha recorrido un camino amplio, pero también con la frescura de alguien que no ha perdido el asombro, Luis Roberto Guzmán se reinventa una vez más. Con cada paso —ya sea en cine, televisión, teatro o plataformas internacionales— reafirma que la evolución es constante.
Hoy, desde el escenario, desea incluso cruzar fronteras hispanohablantes y actuar en otros países. El “todo terreno”, como él mismo se describe entre risas, está más vivo que nunca. Y aunque el tiempo y la madurez lo han llevado al desapego, también lo mantienen alerta y receptivo.
“El teatro genera una complicidad irrepetible entre actores, historia y público”, concluye. Y esa magia, la de lo efímero y profundo, es la que Luis Roberto Guzmán vuelve a regalar cada noche. Con entrega. Con rigor. Con amor.
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Editorial: Edgar Cleto @eddcleto
Editora Principal: Diana Bedolla @dian.bedolla
Colaboración: Luis Roberto Guzmán
Agencia: @pinpoint










