Durante mucho tiempo, las mujeres han enfrentado retos para poder combinar su carrera profesional con la maternidad. A lo largo de la historia, se han visto limitadas en su desarrollo profesional y han tenido que renunciar a ciertas oportunidades laborales debido a la carga de trabajo que implica la crianza de hijos. A pesar de los avances en igualdad de género, aún existen barreras que dificultan la conciliación entre el trabajo y la familia para las mujeres, como la falta de políticas de licencia de maternidad y paternidad adecuadas, la discriminación laboral por razones de género o la falta de apoyo en el cuidado de los hijos por parte de la sociedad y el entorno laboral. Sin embargo, existen miles de casos de éxito de mujeres que hoy siguen trabajando por encontrar ese equilibrio, y aunque su pilar es la familia, son capaces de organizar sus vidas para también perseguir sus sueños profesionales.
Este es el caso de Geraldine Bazán, actriz mexicana reconocida por su talento y versatilidad, cuenta con más de 25 años de carrera artística, ha demostrado ser una actriz sólida y comprometida con su trabajo. Pero también, Geraldine es madre de dos niñas, Elisa Marie y Alexa Miranda, quienes son su mayor motivación y fuente de inspiración en su vida personal y profesional.
La trayectoria de Geraldine Bazán comenzó desde muy temprana edad, cuando a los 7 años la invitaron a participar en un show de música para niños, con el productor de la cantante Gaby Rivero. Ese fue el comienzo de lo que hoy es historia, desde entonces, Geraldine se ha destacado en el mundo del entretenimiento, trabajando en teatro, en obras como Anita la Huerfanita, cine y televisión.
A lo largo de su carrera, Geraldine ha interpretado diferentes roles que han requerido de ella un gran reto actoral. Uno de sus personajes más destacados fue el de Olga Ancira en la telenovela «Corona de Lágrimas», una mujer bipolar con muchas carencias emocionales, insegura y que abandona a su hija durante 10 años a partir de su inmadurez emocional. Este personaje fue un verdadero desafío para Geraldine, quien se documentó sobre la bipolaridad, habló con psicólogos, psiquiatras y personas que padecen esta enfermedad para interpretar de la mejor manera a su personaje.
“Me considero como una persona que está en constante crecimiento y aprendizaje. Además de ser una actriz comprometida con mi trabajo, soy sin duda una madre dedicada y cariñosa. He logrado equilibrar mi vida personal y profesional” comentó Geraldine. “Para mi, la coordinación es fundamental para poder cumplir con mis responsabilidades laborales y familiares. Mis hijas son parte de mi vida profesional y las involucro en mi trabajo, permitiéndoles ver de qué se trata y siendo parte de los proyectos en los que participo” continuó.
Para la actriz, la clave para lograr un equilibrio perfecto en su vida es la coordinación, en este momento en el que sus hijas tienen 14 y 9 años, puede tener una buena logística. Cada una de las niñas tiene sus propias actividades desde la escuela hasta extracurriculares. En el tiempo que pasan juntas, disfrutan de hacer viajes y siempre recomienda tener tiempo de calidad con cada una.
“Por supuesto esta organización depende de cada proyecto, hay algunos más absorbentes que otros, algunos en los que ellas me pueden acompañar, muchas veces en proyectos en el extrenjeron vienen conmigo, por ejemplo” agregó Bazán. La actriz cuenta que muchas veces sus hijas le ayudan dando “réplica” a sus personajes, aunque no tengan experiencia siempre es una actividad divertida involucrarlas y que la ayuden a practicar sus roles. “Mi hija mayor habla mejor inglés que yo, entonces una vez que hice una película en Puerto Rico que era en inglés, ella me hacía coaching y me corregía el acento” confesó entre risas.
Cuando Geraldine inició su carrera y antes de ser madre, aceptaba muchos proyectos, desde que se convirtió en mamá cambiaron las prioridades, intentó no trabajar en el primer año de cada una de sus hijas, aprendió a organizar mejor sus tiempos, cambió un poco el criterio a la hora de escoger sus personajes.
En cuanto a sus infalibles a la hora de ser mamá, enfatiza en la importancia que le ha dado a que sean jóvenes y mujeres valientes, autosuficientes, que hagan lo que quieran, que digan lo que piensan, que no le hagan daño a los demás y que sean empáticas. Siempre busca que la vean como una mujer que lucha por sus sueños y sus ideales, que disfruta de su trabajo, y que todos los días aprende de sus errores. Este es el tipo de crianza que aplica la actriz, también resalta la importancia en enseñarles a decir que no cuando sea necesario y a defenderse.
Sin duda, Geraldine es una gran inspiración para todas las madres que luchan día a día para equilibrar su vida personal y profesional. Su compromiso y dedicación son un ejemplo a seguir para todas aquellas mujeres que buscan cumplir sus sueños sin dejar de lado su rol como madre. Para conocer más sobre Geraldine Bazan sigue sus redes sociales: @geraldinebazan
“Muchas maravillas hay en el universo; pero la obra maestra de la creación es el corazón de una M A D R E“
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